Beiconius Bacon Jr.

Beiconius

A principios de los 90, una decadente marca americana de productos cárnicos, encargó a una agencia de publicidad la creación de una mascota en un agónico esfuerzo de remontar sus escasas ventas captando la atención de los consumidores infantiles. Así nació Beiconius Bacon Jr. la mascota con la vida más efímera que se recuerda. Tan sólo protagonizó una campaña publicitaria que fue la que terminó de hundir a la compañía. Y es que en un país tan puritano como los EEUU el hecho de regalar una servilleta con los colores de la bandera americana fue considerado una ofensa de tales dimensiones que ocasionó el boicot total a la empresa productora. Del simpático diseño de la mascota, así como del resto del anuncio nadie se quejó.